16 septiembre 2008 

PARALYMPIC GAMES - RUGBY



EFE PEKÍN 16.09.2008 - 09:35h
Uno de los deportes paralímpicos con menos resonancia mediática es, sin embargo, de los más espectaculares y exigentes para el deportista, se trata del rugby en silla de ruedas, un juego donde los jugadores rivales chocan violentamente en todo el partido pero donde la estrategia es tan importante como la fuerza.

El poderoso atractivo de este deporte, que hoy vivirá su final paralímpica (Estados Unidos contra Australia), ha llamado la atención del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, quien ha asistido a las semifinales de un deporte que él mismo no conocía.

En esas semifinales, que mostraron un fuerte dominio anglosajón (Estados Unidos-Reino Unido y Canadá-Australia), se pudo ver un gran espectáculo y un público volcado, en el Gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pekín.

En los momentos previos al partido, los jugadores se gritan arengas para insuflarse ánimos y amilanar al rival, al estilo de sus "hermanos mayores" del rugby (la modalidad en silla de ruedas se juega en un campo mucho más pequeño, normalmente sobre parqué y en pista cubierta).

Con unas sillas de ruedas que tienen cierta semejanza a cuadrigas de gladiadores, especialmente diseñadas para protegerse de los golpes rivales -lo que no impide que acaben llenas de abolladuras-, los cuatro jugadores que cada equipo dispone en el campo deben alcanzar el centro de la línea de fondo rival para anotar un gol.

En el curso del juego, a consecuencia de los choques continuos, hay decenas de caídas de jugadores al suelo, por lo que dos asistentes por equipo tienen que entrar en el campo con frecuencia para ver si el miembro del equipo o la silla han sufrido daños (también son muy frecuentes los reventones de ruedas).

Pero no se trata sólo de dar embestidas a las sillas rivales, sino de hacer fintas y giros que sorprendan al contrario, por lo que los jugadores se pasan gran parte del encuentro girando las sillas de ruedas a un lado y al otro, con una increíble pericia y unos vehículos que permiten girar 360 grados sobre sí mismos.

En los partidos de alto nivel, casi cada ataque termina en gol, por lo que los escasos robos de balón que se producen en el partido son casi tan celebrados como los tantos.

Las leyendas del rugby en silla de ruedas

Este deporte está lleno de auténticos héroes que no llegan a las portadas de las revistas pero cuyo esfuerzo, dedicación y fuerza no han de envidiar a los de ningún otro deporte.

Por ejemplo, el mejor jugador del mundo, el australiano Ryley Batt, único miembro de su equipo que tiene amputadas las dos piernas y que suele marcar más de la mitad de los goles de la selección en cada partido (su media ronda los 24 en estos Paralímpicos).

En la final se verá las caras con otro gran héroe, el estadounidense Nick Springer, quien contrajo una rara forma de meningitis que acabó obligando a los médicos a amputarle las cuatro extremidades. Ello no impide a este neoyorquino de 23 años correr veloz con su silla y defender la pelota de los embates rivales.

También sorprende la veteranía de algunos jugadores, como el canadiense Daniel Paradis, de 47 años, que ayer fue una de las referencias defensivas de su equipo y cuajó una gran actuación pese a la ajustada derrota.

El rugby en silla de ruedas fue inventado en Canadá en los años 70 como alternativa al más conocido baloncesto en silla de ruedas, ya que el segundo no permite tanto la participación de jugadores con altos grados de parálisis o amputados.

El deporte es paralímpico desde Atlanta'96, y es uno de los pocos que permiten a hombres y mujeres competir juntos, aunque en las semifinales disputadas ayer las chicas de cada equipo se quedaron en el banquillo.

Música heavy para crear ambiente

El deporte se rodea de elementos para subrayar su "rudeza": muchos jugadores, con enormes tatuajes y rapados al cero, parecen salidos de una de las entregas de "Mad Max". Además, como fondo durante el partido se pone música heavy para caldear el ambiente entre jugadores y público.

La presencia de Rogge en los encuentros de ayer muestra el interés que empieza a desatar este deporte hasta ahora casi desconocido.

Por otro lado, también es en cierto modo un indicativo de la gran afición del presidente del COI por el rugby tradicional -deporte que jugó en su juventud-, una disciplina deportiva que el belga quiere algún día poder incluir en los Juegos Olímpicos.

VIDEO SOBRE PARTIDO DE RUGBY PARALÍMPICO

Posteado por Loquillo74 a las

09 septiembre 2008 

Guinness Premiership







Arrancó la Guinness Premiership en un año especial con dos acontecimientos que marcarán el discurrir de la competición. El primero, la implantación de las nuevas reglas (ELVs) que ha condicionado la elección de los técnicos y de los fichajes de muchos de los equipos. El segundo que es año de gira de los Lions y hay muchos jugadores con serias aspiraciones a estar en ella. Lucharán por el título Gloucester, vigente campeón, London Wasps y Sale Sharks, si no ocurre nada raro. En el grupeto perseguidor aparecen Bath, Harlequins, London Irish, Saracens y Leicester. Y por abajo, cuidadín con Newcastle que pinta mal, y Bristol.

BATH: Después de su tercer puesto en la pasada Liga y el título en la Challenge, el equipo que dirige Steve Meehan ha sufrido un par de bajas sobresalientes (Olly y Borthwick). Apuestan por el League Hape para romper desde atrás y por el juego fluido de sus delantera, arma perfecta para este año experimental con las nuevas normas ELVs. Butch James y Claassens volverán a vertebrar en los medios el juego del equipo y se presentan muy fuertes en el line-out (Harrison-Hooper). Y a todo eso se suma una delantera solvente con buenas manos y mejores riñones (Matt Stevens, Grewcock, Mears, Browne, Goodman...).

-. Altas: Bemand (Tigers), Shontayne Hape (Bradfrod Bulls), Justin Harrison (Ulster), Hooper (Leeds), Kydd (Saints).
-. Bajas: Olly Barkley (Gloucester), Steve Borthwick (Saracens).

BRISTOL: Llamados a pelear por evitar el descenso, sus vertiginosos tres cuartos serán el salvavidas al que se aferrarán: los hermanos Arscott, Lee Robinson, Maggs... Richard Hill, su técnico recién retirado de los Saracens, aliñará ese juego de contragolpe, con una delantera con muchas batallas a cuestas. Demasiadas quizás. No presentan grandes nombres en delantera, pero si la experiencia es un grado, ellos cuentan con muchos. Un equipo, en todo regla. Ojo a los Arscott, especialmente a Tom.

-. Altas: Robert Sidoli (Cardiff Blues), Adrian Jarvis (Harlequins) y Junior Fatialofa (Exeter Chiefs).
-. Bajas: Sam Cox y Sean Hohneck (Viadana), Rob Higgitt (Llanelli Scarlets)

GLOUCESTER: Defienden título con dos refuerzos de nivel, uno para la línea (Olly Barkley) y otro para la delantera (el kiwi Greg Sommerville). El equipo con más profundidad de banquillo tanto delante del apertura (Azam, Dickinson, Nieto, Somerville, Bortolami, Qera, Strokosch, Narraway...) como detrás (Barkley, Tindall, Simpson-Daniel, Vainikolo, Balshaw...) . Sommerville asegura la buena implementación de las ELVs y nada hace pensar que los de Kingsholm Stadium no estén en la pelea por el título de nuevo. Sonada salida de un Paterson apocado.

-. Altas: Olly Barkley (Bath), Greg Sommerville (Crusaders) y David Young (Leicester).
-. Bajas: Cris Paterson (Edimburgo), Mike Prendergast (Munster) y Adam Blading (Newcastle).

HARLEQUINS: Sextos la pasada temporada, si tenían buena plantilla entonces, mejor tienen ahora con la llegada del kiwi Nick Evans a su centro de operaciones en la apertura para los próximos tres años. Yo, como Diego Zarzosa, voy este año con un equipo que alineará mucha sangre nueva y una filosofía sureña de rugby abierto. Danny Care ordenará la melé y Evans tratará de rentabilizar los cinco metros que le regalarán las ELVs en las melés. Con una línea de tres cuartos formada por Taione, Tiesi, Strettle y el pujante Turner-Hall se puede esperar mucho espectáculo. Deano Richards aplicará su seductora filosofía de juego a un equipo con una delantera que quizás sea su punto flaco, y eso lo digo contando con la presencia de Botha, Ross, Skinner o Easter. Imagínense el equipazo.

-. Altas: Nick Evans (Auckland Blues), Waisea Luveniyali (Fiji Warriors), Epi Taione (Sharks) y Gonzalo Tiesi (London Irish).
-. Bajas: Hal Luscombe (Worcester) y Simon Keogh (Leinster).

LEICESTER: Observando su plantel uno se pregunta por qué no acaba de dar el golpe en la mesa. El año pasado fue cuarto y este parece que lo van a pasar peor, ya que una de sus grandes armas, el maul, ha cambiado con las nuevas reglas. Se marchó Loffreda después de una experiencia ingrata y llega el surafricano Heyneke Meyer para intentar obrar el cambio a ese nuevo rugby sin que se le atragante el cambio de reglas. Adelante lucirán los habituales Chuter, Castrogiovanni, White, el joven Blaze, Corry, Kay y Moody. Al mando de la nave hay cambios, ya que Toby Flood hereda el puesto del pistolero de la Guinness, Andy Goode, que se marcha a Brive. Junto a él, Ellis, y a su espalda un batallón de mucho nivel: Hipkiss, Mauger, Rabeni, Tuilagi, el capo canioneri Varndell, Geordan Murphy... Lo dicho, más nombres que equipo. De momento.

-. Altas: Toby Flood y Ben Woods (Newcastle), Julien Dupuy (Biarritz) y Derrick Hougaard (Bule Bulls).
-. Bajas: Luke Abraham (Sale), Andy Goode (Brive), Ian Humphreys (Ulster) y Dave Young (Gloucester).

LONDON IRISH: Su magnífica prestación en la Heineken advierte que el equipo de Mike Catt puede dar un susto a cualquiera. Personalmente creo que no tiene la profundidad de plantilla de los grandes, pero es mal enemigo. El mejor equipo de Europa en el line out trabajará para rentablizar más este apartado con la llegada de la ELVs. Nick Kennedy es el nuevo Señor de las Alturas, pero junto a él no hay que desdeñar al Capitán Casey. Apunto un nombre, Corbisiero, italo-estadounidense, mejor dicho neoyorkino de Queens, pasa por ser uno de los piliers con más futuro de Inglaterra. Entre los tres cuartos pocas novedades y eso es bueno muy bueno para los Exile. Ojo, Tagicakibau, Catty, Hewat y Armitage son una línea de primer nivel. Y si las lesiones le respetan, veremos la explosión de Shane Geragrthy. Buen equipo, afilado, peligroso, atractivo...

-. Altas: James Buckland (Wasps), Chris Hala'Ulfia (Harlequins) y Elvis Seveali'i (Sale).
-. Bajas: Juan Leguizamon (Stade Français), Nils Mordt (Saints) y Gonzalo Tiesi (Harlequins).

LONDON WASPS: Año I después de Dallaglio. Ese podría ser el titular. Se fue Lol y lo hizo señalando a su sucesor: James Haskell, mismo carácter, mismo espíritu competitivo y, según él, mejores aptitudes. Lo cierto es que Haskell ya se hace respetar dentro del campo él solito. Todo el proyecto girará en torno a su gran amigo y compañero de camada Danny Cipriani, lesionado de gravedad a final de la pasada temporada y al que se espera como maná. Mientras él se recupera de su tobillo, podremos ver a los mandos del Portaaviones Wasps a Riki Flutey, el próximo polinesio que vestirá la camiseta de la Rosa después de permanecer en Inglaterra los años necesarios. Dirigidos por Ian McGeechan, el hombre que llevará a los Lions en el tour por Surafrica en el verano de 2009, y por Shaun Edwards, el jefe defensivo del Gales campeón del Grand Slam, el equipo tiene la misma mecánica de trabajo, trabajo, trabajo... A eso se suma la calidad de los Ibañez, Shaw, Vickery, Payne, Betsen, Worsley, Eion Reddan, Sackey, Lewsey, Van Gisbergen... Candidatos al título. Un año más.

-. Altas: Serge Betsen (Biarritz), Mark Robinson (Saints) y Lachlan Mitchell (Waratahs).
-. Bajas: Lol Dallglio (Retirado), David Doherty (Sale) y Fraser Waters (Treviso).

NEWCASTLE FALCONS: Apunta Stuart Barnes en el especial de Rugby World que los ve descendiendo. Lo justifica por las salidas de Toby Flood y Mathew Tait y porque dos de sus tres hombres claves (Jonny Wilkinson y Jamie Noon) estarán fuera durante el VI Naciones. Es decir, que pierden a cuatro puntales en una época crítica de la competición. Si lo dice Barnes, no seré yo quien lo discuta. Por si acaso, Steven Bates se ha hecho con los servicios de Tane Tu'ipulotu para ampliar el catálogo de recursos de sus tres cuartos. Jonny debe ponerse a trabajar de lo lindo para salvar a los suyos y para ello contará con la ayuda inestimable del top class Carl Hayman, de Noon y del hermano pequeño de Mathew Tait, Alex. Año difícil para los Falcons.

-. Altas: Tane Tu'ipulotu (Hurricanes) y Adam Balding (Gloucester).
-. Bajas: Lee Dickson (Saints), Toby Flood y Ben Woods (Leicester) y Mathew Tait (Sale).

NORTHAMPTON SAINTS: Dicen medio en broma medio en serio en Inglaterra que este año son los Northampton Sharks, en lugar de Saints, debido al triple traspaso de Nacho Fernández Lobbe, Ben Foden y Chris Mayor. Foden llega para jugar de medio melé, la posición que le gusta, pese a que se salió en los Sharks jugando como zaguero. Su juego tendrá el indudable acento polinesio que le otorgan Carlos Spencer y Bruce Reihana. Seguirán siendo dirigidos en el banquillo por la dupla Malinder & West, quienes les sacaron del infierno de la National One, lo que parece una apuesta por la continuidad. Lo más atractivo será ver el impacto de Chris Ashton, 41 ensayos el pasado año. El equipo está trabajado para aprovechar los desajustes defensivos rivales y ahí es donde Spencer comienza a frotar la lámpara y Ashton y Reihana aparecen como aviones. Su delantera es el punto débil. Sufrirán abajo ante paquetes más experimentados y dominadores.

-. Altas: Neil Best y Roger Wilson (Ulster), Nacho Fernández Lobbe, Ben Foden y Chris Mayor (Sale), Alan Dickens (Saracens) y Nils Mordt (London Irish).
-. Bajas: Robbie Kydd (Bath), Mark Robinson (Wasps) y Christian Short (Brive).

SALE SHARKS: Aún escuece la derrota que les dejó fuera del playoff en la última jornada de Liga de la pasada edición. Pero a un equipo que cuenta con Sheridan, Chabal, Juanito Fdez Lobbe, Luke McAllister, Dwayne Peel, Charlie Hodgson, Marc Cueto, Rory Lamont, nuestro Oriol Ripoll o Mathew Tait entrar en los playoffs le debe saber a poco. Debe estar en la pelea por el título. La buena mano de Saint-Andre aliñará este equipo diseñado para las escaramuzas por debajo de la cintura y los combates a campo abierto. Para mí, el punto débil es que Hodgson está cascadete para dirigir al equipo toda la temporada como apertura con un calendario muy exigente. Por lo demás cuenta con dos 9 de garantías (Peel yWigglesworth). Debe estar junto a Wasps y Gloucester en la pelea por la corona.

-. Altas: Luke Abraham (Leicester), Dwayne Peel (Llanelli), Mathew Tait (Newcastle) y Nick McLeod (Cardiff Blues).
-. Bajas: Nacho Fernández Lobbe, Ben Foden y Chris Mayor (Northampton), Rhys Jones (Cornish Pirates), Julien Larrague (Mountauban) y Magnus Lund (Biarritz).

SARACENS: Nueve entrenadores en 12 años no parece la mejor receta para un equipo que quiere encaramarse en lo más alto de la clasificación. Para subsanar ese trasiego aterriza nada más y nada menos que ¡Eddie Jones! Y lo hace hablando de un proyecto a cuatro o cinco años. Con Jones matan dos pájaros de un tiro: el de la continuidad y el de asimilar las nuevas reglas ELVs, que el ex mánager de Australia y técnico ayudante de Suráfrica conoce al dedillo. El equipo lleva un par de años acumulando fondo de armario y si la pasada temporada fue Chris Jack su hombre estrella en el mercado, esta vez se ha hecho con los servicios de un octavo dinámico y contrastado para el juego ELVs como el galés Michael Owen, y con el segunda Steve Borthwick, capitán de Inglaterra y desde ya capitán de los Saracens junto a Andy Farrell. Para empezar Jones ha situado a Jack como flanker para cubrir más campo situando en la segunda a Borthwick y Vyvyan. De Kock seguirá siendo la bisagra y Glen Jackson el mortero, mientras atrás Scarbrough, Ratuvou y Powell parecen ser su gente de confianza. Jones no llega solo y se ha traído un puñado de jugadores del Hemisferi Sur. ¿ELVs? Seguro. Tiene mimbres, pero hay que enlazarlos. Como los Harlequins o London Irish, estará en el grupeto perseguidor.

-. Altas: Bradley Barrit (Natal Sharks), Steve Borthwick (Bath), Ben Jacobs (Waratahs), Michael Owen (Dragons) y Wikus van Heerden (Blue Bulls).
-. Bajas: Richard Hill (Retirado) y Aland Dickens (Saints).

WORCESTER: Un equipo habitualmente sufridor, ascensor si lo prefieren, que dará un salto a la zona templada por obra y gracia de un hombre, un tipo con muchas agallas, mil batallas encima y que ha jugado cualquier partido que podamos imaginarnos: el mismísimo Chris Latham. Afirmaba Mike Ruddock a su llegada a los Warriors que le gustaría dar un golpe de mano en el mercado, traer un jugador de esos que cambian el juego del equipo. Un jugador como Latham. Helo aquí. Pero lo bueno es que no está solo: Rico Gear, el segunda Craig Gillies o los tres cuartos Hal Luscombe, Dale Rasmussen y Tuitupou completan un equipito curioso. En los medios pierden pujanza, pero se me antoja que el equipo lo dirigirá Latham desde atrás. Como dicen los del hemisferio sur, el quinto octavo, el zaguero, será el arquitecto y organizará las emboscadas de los Warriors. De mitad de tabla, pero con buena pinta.

-. Altas: Chris Latham (Queensland Reds), Hal Luscombe (Harlequins) y Mathew Jones (Ospreys).
-. Bajas: Dominc Feaunati (Calvisano), Aisea Havili (Cornish Pirates) y Thinus Delport (Kobe Steel).


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